Bucear en 70 años, cuando lo has hecho toda tu vida, no es nada especial, y nuestros miembros mayores son buceadores como cualquier otro. Pero traer personas mayores que nunca se hayan puesto una botella en la espalda para dar el paso es otra cosa. Sin embargo, al adaptar las condiciones de buceo y teniendo en cuenta algunas realidades fisiológicas relacionadas con la edad, nada impide que nuestros mayores descubran el buceo.
UN FENÓMENO RELATIVAMENTE NUEVO
El buceo sigue, como todas las demás actividades, la evolución de nuestra sociedad. Cada vez más personas mayores en gran forma finalmente tienen más tiempo y algunos medios para viajar y descubrir nuevos horizontes y el buceo, precisamente porque no está en el campo del rendimiento, es Para cada vez más jubilados, esto es una revelación, especialmente en ambientes tropicales, que permite sortear ciertos obstáculos, ligados a la temperatura.
ELIJA CON CUIDADO SU EQUIPO
La primera dificultad, después de cierta edad, es equiparse. Y el simple hecho de ponerse una prenda que carece de flexibilidad puede ser paralizante: de ahí el interés de las inmersiones tropicales, una combinación delgada o incluso una breve solución a parte del problema. Pero cuidado, en cuanto a los niños, la hipotermia es más rápida para los buzos mayores. También es necesario contar con el peso de la botella: imposible con una espalda frágil y menos fuerza física para moverse con un bloque en la espalda, difícil de dejar el agua por una escala inconveniente. Es necesario privilegiar plataformas de lanzamiento o las salidas de playa. También es necesario tener en cuenta los problemas de visión y la dificultad de leer las indicaciones de los instrumentos.
UNA VISITA MÉDICA EMPUJADA
El examen médico, por supuesto, es tanto más importante a medida que uno avanza en edad, y ciertos exámenes complementarios demuestran ser esenciales. Incluyendo un electrocardiograma y una prueba de esfuerzo anual, pero posiblemente también una prueba de función respiratoria, dependiendo de la condición física del candidato. De ahí el interés de hablar con un médico que conozca bien a la persona y pueda evaluar los puntos para verificar.
ADAPTACIÓN A REALIDADES FISIOLÓGICAS
Ciertas limitaciones fisiológicas suponen adaptar el buceo a las personas mayores. No se trata aquí de hacer un repaso médico en profundidad, sino de exponer algunos elementos que facilitan la comprensión de que no se bucea de la misma forma a los 30 o a los 60. En primer lugar, a medida que envejecemos, los tímpanos se vuelven menos flexibles, lo que implica un descenso más lento, sin precipitaciones. Además, el sistema cardiovascular responde peor al esfuerzo y el intercambio de gases es menos eficiente que en un sujeto joven. Según varios estudios, la desaturación de nitrógeno es más lenta en un sujeto de edad avanzada, lo que aumenta el riesgo de enfermedad por descompresión. La función respiratoria también es peor.
EN CONCLUSIÓN
En conclusión, además de los puntos que acabamos de mencionar, los médicos que han estudiado el tema unánimemente aconsejan sumergirse en el límite de la curva de seguridad, respetando un nivel. Pero también para evitar esfuerzos innecesarios, ya sea en el suelo, en el bote o bajo el agua; pensar en hidratarse bien antes y después de la inmersión; y finalmente, incluso si el consejo es para todos, es aún más importante para las personas mayores: no bucees si te sientes cansado o si el deseo no está ahí. Para qué, el placer del buceo se abre a todos: no lo olvidemos, más de 60 años ahora representan más del 20% de la población.
Texto: Isabelle Croizeau
Fotos: Alexis Rosenfeld
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Ahurissant! ¿Tienes padrinos que odian tanto a los delfines en Marsella? Que c ..!