La semana pasada, un grupo de buzos hizo un descubrimiento horrible mientras exploraba la isla de Kokoya, Indonesia: dos dugongos quedaron atrapados en jaulas marinas.
Parecería ser una madre y su bebé. Si el pequeño no tenía otro obstáculo que la jaula, la madre estaba encadenada por la cola. Estos dos dugongos habían sido capturados por un pescador local para mostrárselos a los turistas con el fin de ganar dinero.
Al presenciar el sufrimiento de los animales, los buzos pidieron al pescador que los soltara, explicando que se trataba de una especie en peligro de extinción. Aunque el pescador pareció asentir, los buzos publicaron imágenes y un video en las redes sociales para involucrar a las autoridades. Al día siguiente, las autoridades marinas de la región acudieron al lugar donde se habían avistado las jaulas para verificar que los dugongos efectivamente habían sido liberados. Como el pescador aún no había hecho nada en ese sentido, las propias autoridades liberaron a los dos dugongos.
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