En este grupo se unen 22 centros de buceo profesionales ubicados entre Cavalaire y Carqueiranne. ¿Qué tienen en común? Todos bucean en Port-Cros, y es con ellos que el Parque ha elaborado la carta que desde 1994 regula el buceo en sitios protegidos.
POR AMOR A UN LUGAR
Port-Cros no es un lugar de trabajo como cualquier otro. Y los veinte Centros que pertenecen al grupo han trabajado, desde el principio, en colaboración con el Parque para poner en marcha la famosa carta. En ese momento, con la multiplicación del número de inmersiones, los científicos que trabajaban en las aguas de Port-Cros comenzaron a juzgar la presión difícil de aceptar, especialmente por supuesto en el islote de Gabinière. Por tanto, era necesario definir reglas, aceptar compromisos. Como explica Stéphane Anger, de Sun Plongée, afincado en Port-Cros y nacido en la isla, “si queríamos seguir pudiendo bucear, teníamos que trabajar con el Parque. Y más allá de los encuentros, reflexiones sobre la normativa a implantar, darán de su persona, en particular participando en la instalación de las preciosas boyas de amarre que evitan un deterioro masivo del fondo marino.
EL NACIMIENTO DE LA CARTA
La primera carta de buceo en las aguas del parque está firmada en 1994 por unos veinte establecimientos, todos profesionales, especialmente involucrados. Se comprometen principalmente, recuerde, a limitar el número de visitantes al sitio y a garantizar que el comportamiento de los buzos sea respetuoso con el medio ambiente submarino. La carta impone la difusión de un mensaje pedagógico con respecto a sus clientes, y la limitación del número de buceadores a 40. Las formaciones no están autorizadas en el islote de Gabinière, el punto de la Cruz y el del buque. Las inmersiones nocturnas están prohibidas. También se comprometen a llamar la atención de sus instructores y buceadores sobre la alta sensibilidad del medio ambiente, la necesidad de respetar y hacer cumplir estrictamente las regulaciones del Parque Nacional y los requisitos de esta carta, incluido el prohibición absoluta de toda alimentación y cualquier contacto voluntario o involuntario con el sustrato o especie.
PONIENDO TUS EXPERIENCIAS
Desde entonces, los miembros del Grupo han seguido trabajando juntos. A menudo de manera informal, pero compartiendo sus experiencias, para ofrecer a sus clientes servicios armonizados y de calidad. Y es en Port-Cros que sucede, en el puerto, en torno al centro del niño de la isla y el Sun Bistro, lugar de vida por excelencia que acoge a los buceadores. “Esto es lo que sorprende a nuestros clientes”, explica Stéphane Anger, “vernos compartir nuestras comidas, nuestras sesiones de inflado… hay una convivencia que la gente no espera encontrar entre centros“ competidores ”. Pero tienen en común las mismas preocupaciones: más allá de la pasión por el buceo y el placer de descubrir, dirigir negocios, mantenerse unidos. "Y afrontar, por cierto, concluye Stéphane, la competencia inevitablemente desleal de determinadas estructuras asociativas que quieren hacer el mismo trabajo que nosotros sin tener las mismas limitaciones económicas ..."
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Muchas gracias Olivier !!! Y excelentes inmersiones.